Aunque hace años apareció una publicación que trataba de
este tema, especialmente en el área de Tomelloso, la rareza de dicho libro, y
la auténtica voracidad informativa de los manchegos acerca de este tema, que es
tan querido para todos sus habitantes, especialmente para los que han vivido
siempre en el medio rural, ha dado como resultado una nueva obra, mucho más
amplia que la primera, y que bajo el sello de Aache y en su colección de
“Tierra de Castilla-La Mancha” ya con el número 10 de su serie, presenta una
nueva visión, más moderna y más amplia, de este tema patrimonial.
Profusamente ilustrado en todos sus capítulos, tras el
prólogo de Juan Luis Segura Cobo, y la introducción de Francisco Javier
Escudero Buendía, que actúan como coordinadores del resto de autores, que
alcanza la decena, empiezan a discurrir los ocho capítulos en los que se
muestra, de forma muy detallada, y como introducción y catálogo de cada
comarca, los bombos y chozos que con su majestuosidad de construcciones pétreas
dan silueta a La Mancha, junto a sus molinos.
El primero de estos trabajos se debe al inolvidable Lorenzo
Sánchez López (Bocafragua) quien ya
había publicado en 1999 “El bombo tomellosero. Espacio y tiempo en el paisaje”,
y que en esta ocasión recoge su escrito, rescatado de su legado, lo mejor y más
enjundioso de cuanto él aportó a este tema de estudio. Muchas ilustraciones
(realmente inéditas, al ver los bombos del campo tomellosero cubiertos por una
gran capa de nieve) y los esquemas y descripciones sirven para centrar desde el
inicio y con maestría este denso tema.
Le sigue el trabajo de Escudero Buendía y Palacios Jiménez,
sobre los bombos, pozos y chozas de la comarca de Socuéllamos, con muchas
imágenes ilustrativas, y una meticulosa relación de ejemplares, de detalles
específicos, etc. A continuación es el gran conocedor del patrimonio manchego,
el profesor Aparicio Arias, quien nos habla sobre los chozos de Campo de
Criptana: en este capítulo nos asombra la cantidad de imágenes, prácticamente
un catálogo completo, minucioso, muy bien referidos todos los ejemplares sobre
los mapas, y expuestas las diferencias entre unos y otros.
Lo que resta de libro es prácticamente un complemento
[imprescindible y bien recibido] de lo anterior, y en él nos encontramos el
cuarto capítulo, firmado por Isabel Sanchez Duque y Fernando Martín del Pozo,
en el que se nos muestran los chozos de Pedro Muñoz y su término. El quinto
capítulo está dedicado a Villarrobledo y lo firma Luis Emilio Moreno Gento,
quien nos da mapa, testimonios gráficos y hasta imágenes antiguas de su
construcción entre todos los vecinos, cual si fuera una fiesta. En el sexto
capítulo, son Ruiz Checa, Sánchez Duque y Valentina Cristini quienes desgranan
su saber sobre los bombos de Tébar, haciendo un final repaso, basado en unos
carteles puestos a la entrada del término municipal, de los bombos, chozos y
construcciones en piedra de la comarca de Fernando Alonso.
Una publicación, en definitiva, muy completa,
apasionante por su temática popular y tradicional, y bien conjuntada y
expuesta, con una carga gráfica que solo por ella merece la pena hacerse con
ella, y guardarla como testimonio para cuando lleguen los tiempos en que
también estos testigos de la cultura antigua desaparezcan.
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