Alonso Gamo, José María: "Cayo Valerio Catulo. Poesías Completas". Aache Ediciones. Obras Completas de José María Alonso Gamo. Tomo I. Guadalajara, 2004. 388 páginas. Encuadernación en tela. ISBN 84-96236-15-3. PVP 40 Euros.
Comentario publicado en la Revista LEER nº 158 de Diciembre 2004 - Enero 2005
No es frecuente que aparezca una edición de un clásico con las características de las Poesías completas de Catulo que acaba de publicar la editorial Aache de Guadalajara, especializada en volúmenes de bibliofilia. Hablar de Catulo es hablar de uno de los grandes autores de la literatura universal, un poeta que no ha dejado de suscitar admiración en los más de veinte siglos transcurridos desde que escribiera su obra. Ese sería el primer valor de esta edición, pero no es, por supuesto, lo que la convierte en especial. Ayudan mucho a que lo sea las características formales del libro: el que sea una edición completa y bilingüe, así como la cuidadísima impresión.
Pero es especial, sobre todo, por la personalidad del traductor, alguien tan interesante como poco conocido hoy del gran público, el polígrafo y diplomático José María Alonso Gamo, fallecido hace once años. La magnífica versión de Catulo que nos ofrece Alonso Gamo fue, prácticamente, el trabajo de toda una vida. Coronada en vísperas de su fallecimiento, llega hoy a las librerías merced a la labor absolutamente plausible de su viuda.Poeta reconocido con premios importantes, José María Alonso Gamo nos entrega el Catulo de un poeta, manteniendo espléndidamente el sentido del ritmo, la frescura, el carácter llano y directo cuando conviene y el culturalismo, tan catuliano también, cuando procede. El propósito es, en palabras del propio Alonso Gamo, "conseguir una traducción lo más intensamente poética posible, conjugada con la mayor fidelidad literaria alcanzable. Mi intento es que el lector español que no pueda leer a Catulo en latín, cuando lea mi versión lea, ante todo, un libro de poesía, una versión en la que el lenguaje obtenga la mayor intensidad poética alcanzable". Quien entre en estas páginas comprobará que el autor (un traductor siempre es un autor; Javier Marías ha dicho que su mejor obra es el Tristram Shandy) lo ha logrado a satisfacción.Catulo mantiene en estas palabras españolas toda su pasión por Lesbia, la amargura por su ruptura, su mordacidad hacia sus coetáneos, su acidez de epigramático; así como la precisión y el preciosismo propios del poeta neotérico (heredero de los helenistas) que fue. En definitiva, todo lo que le hace un poeta único, precedente de tantas cosas: de la llaneza desvergonzada de los goliardos (¿o no hay aquí un antecedente de Villon?), del culturalismo de los barrocos, del sentimiento desnudo que reaparecerá, muchos siglos más tarde, en un Bécquer. A la vez, Alonso Gamo ha resuelto felizmente las distorsiones lingüísticas que el satírico Catulo utiliza para ridiculizar a sus conocidos (véase el poema LXXXIV con su solución a base de la muy española jota).
Catulo es también, a su manera, un poeta social. Su poesía está poblada de jóvenes romanos (entregados a la poesía, al amor, a las murmuraciones) hasta componer un retrato social semejante al que pintó Ghirlandaio con la juventud florentina.
Estamos, pues, ante un Catulo completo, que suena en español con la fuerza y la frescura que le han mantenido en la cúspide de la literatura desde la Antigüedad. Un ejemplo entre muchos posibles: "Encontrándome ocioso por el foro / Varo quiso llevarme con su amada / Una golfilla que a primera vista / tenía cierta gracia y cierto encanto”.
No se puede olvidar, en esta edición admirable, el largo prólogo‑estudio que antecede a la traducción. Un trabajo de una erudición notable, con algo de autobiografía sentimental, que termina de hacer de este volumen una pieza necesaria tanto para estudiosos del gran Catulo como para cualquier aficionado a la buena poesía. Y un magnífico regalo para los días que se avecinan.
Catulo es también, a su manera, un poeta social. Su poesía está poblada de jóvenes romanos (entregados a la poesía, al amor, a las murmuraciones) hasta componer un retrato social semejante al que pintó Ghirlandaio con la juventud florentina.
Estamos, pues, ante un Catulo completo, que suena en español con la fuerza y la frescura que le han mantenido en la cúspide de la literatura desde la Antigüedad. Un ejemplo entre muchos posibles: "Encontrándome ocioso por el foro / Varo quiso llevarme con su amada / Una golfilla que a primera vista / tenía cierta gracia y cierto encanto”.
No se puede olvidar, en esta edición admirable, el largo prólogo‑estudio que antecede a la traducción. Un trabajo de una erudición notable, con algo de autobiografía sentimental, que termina de hacer de este volumen una pieza necesaria tanto para estudiosos del gran Catulo como para cualquier aficionado a la buena poesía. Y un magnífico regalo para los días que se avecinan.
Angel Vivas
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