domingo, 10 de marzo de 2024

Viejos conventos de Guadalajara

Herrera Casado, Antonio:

"Viejos conventos de Guadalajara"

90 páginas, ilustraciones, 2024

Colección "Tierra de Guadalajara" nº 132

Aunque ya existen otros libros sobre este mismo tema (uno de ellos escrito en 1946 por Francisco Layna Serrano, y editado también por Aache en formato de gran lujo) en esta ocasión he querido divulgar esta parcela del patrimonio local de la ciudad de Guadalajara con una publicación de lectura asequible, en la que aparecen los quince conventos que a lo largo de los siglos han puesto a la ciudad en el mapa de las devociones regulares, entre todas las órdenes religiosas creadas a lo largo de los siglos.

Aparecen así conventos, tanto femeninos como masculinos, de franciscanos, clarisas, dominicos, carmelitas, jesuitas, mercedarios…. Hasta el más reciente (de principios del siglo XX) de la Religiosas Adoratrices que custodian el Panteón de la Duquesa de Sevillano. De todos ellos, solo tres siguen vivos. El resto son piezas arqueológicas de la historia local. Pero de todos ellos aparece una breve referencia doble: historia del instituto, y descripción de lo que fue o de lo que queda de su edificio. 
El libro está pensado para el tiempo actual. Tiene el formato que hoy se necesita para aportar información de calidad y abreviada: lo esencial de las cosas. Cierto es que reproduce como en miniatura la gran obra de quien fuera nuestro admirado historiador y Cronista Provincial, Layna Serrano. Un libro que escribió durante el encierro forzado de los tres años de Guerra Civil, con cientos de documentos revisados en Archivos y analizados edificios y entresijos. Hoy es un libro que sirve para que lo miren un muy reducido número de investigadores, y algún romántico lo use de regalo en alguna jubilación profesoral. Pero lo que hay que conseguir es que la gente, ese número cada vez mayor de ruteros, viajeros, agrupaciones de todo tipo que están encantados con visitar ciudades y reconocer su interesante legado patrimonial, conozcan estas esencias. Para ellos, que van con el tiempo tasado, y atentos siempre a las explicaciones del guía, este librillo puede servir para echárselo al bolsillo y en el propio autobús, o en la sobremesa, abrirlo por las páginas del convento recién visto y llevarse anotados sus nombres, y sus cifras.

 

El San Francisco de junto a Bejanque

 

Insisto en revisar en este libro al viejo monasterio de los franciscanos, ese Convento de San Francisco que fue creado por la reina Berenguela en la Baja Edad Media, y que aún hoy es actualidad latiente, por la controversia surgida en torno a su utilización como elemento de dinamización cultural de la ciudadanía. Visitables libremente su iglesia y la cripta subterránea del panteón de los Mendoza, el resto continúa sin apenas utilidad pública, esperando una restauración que merece, por su importancia histórica y por el valor que como elemento de encuentro social podría tener en un futuro.

En San Francisco de Guadalajara hay muchas cosas qué ver. Y este libro las enumera, dándole a cada una su jerarquía de importancia. La principal es la cripta semisubterránea que la familia Mendoza mandó construir bajo la iglesia, en el siglo XVIII, para que sirviera de panteón mortuorio de los duques. Largos años (desde “la francesada”) destruida y abandonada, ahora ha sido reparada y luce espléndida. Encima está la iglesia, de un gótico elegante, diseñada por Juan Guas (sí, el mismo arquitecto del palacio del Infantado) con capillas, algunas esculturas, muchs escudos, y, sobre todo, una espectacular bóveda del presbiterio pintados sus nervios con cabezas de dragones lenguados y furiosos.

En el resto del conjunto se verá (cuando lo restauren) el claustro monasterial, que es de dos alturas y construido en ladrillo, y una sala de máquinas que sirvió para producir elementos militares cuando el conjunto fue destinado a sede de la maestranza de los Ingenieros Militares. Pabellones de cuando fue “el Fuerte de San Francisco” con sus recuerdos carlistas, y otras curiosidades pueden verse en este lugar, que estuvo (y aún le queda buena parte) rodeado de un denso bosque de vegetación mediterránea.

 

Las jerónimas de los Remedios

 

Entre la quincena de viejos conventos de Guadalajara, casi perdido su referente incial vemos hoy lo que queda del convento de las jerónimas que mediado el siglo XVI fundara don Pedro González de Mendoza, obispo que fue de Salamanca y una de las lumbreras españolas en el Concilio de Trento. De allí se trajo ideas, y fórmulas estéticas como las que mandó aplicar a Acacio de Orejón y otros arquitectos en el diseño de la iglesia, que está hecha, en una sola nave, al estilo de las que los italianos del norte hicieron en Trento. Añadiendo bajo el presbiterio el mausoleo del fundador. Y poniendo sus escudos por todas partes.

Estas monjas, entre las que hubo eruditas individualidades, dejaron tras la Exclaustración este enjoyado edificio y se fueron a vivir a un más humilde caserón del centro de la ciudad, el que estaba junto a la iglesia de San Esteban, un viejo palacio que los Azagra las cedieron para su habitación, que fue sencilla, y en la que algunas se hicieron fotos, hasta que decidieron emigrar a Brihuega, donde se unieron al convento de jerónimas que allí había desde más antiguo.

En el convento de las jerónimas de Nuestra Señora de los Remedios, el gobierno liberal del siglo XIX puso el Hospital Civil de Guadalajara. Y tras la guerra incivil, todo estropeado y viejo, fue derribado, para sobre su solar levantar la Escuela Universitaria del Profesorado, hoy en uso.




 

Las franciscanas de La Piedad

 

No trato aquí de resumir el libro, ya de por sí resumido, sino de destacar los mejores valores que muestra. Y uno de ellos es el convento de la Piedad, que de inicio fue levantado como palacio para habita Lorenzo Vázquez de Segovia, al mismo tiempo o muy poco después que Juan Guas levantara el palacio ducal de sus tíos.  En ese convento surgió como figura señorial la sobrina del fundador, doña Brianda de Mendoza, a la que ahora se recuerda por el título de nuestro más veterano Instituto de Enseñanza Media. Esta figura del Renacimiento mandó a Alonso de Covarrubias tallarle un templo, y a Juan de Flandes pintarle un retablo. Ella misma se dio a pensar en las bondades de la Reforma que Lutero estaba emprendiendo en la iglesia, y en definitiva allí quedó el aroma (otros dirían que el tufillo) de esos nuevos modos de pensar y actuar que en España, por los mandatos imperiosos de la espada de Carlos V, no llegaron a cuajar.  Fue de inicio un beaterio (algo parecido al beguinage de Amsterdam ¿alguien lo ha visto?) que cuajó finalmente en monasterio de franciscanas a las que se apuntaban las hijas de los aristócratas que no alcanzaban novio de ninguna de las maneras.

 

En todo caso, ese librejo que he compuesto, estos “Viejos conventos de Guadalajara” no vienen a poner de lado a nadie, sino a destacar los valores (históricos, monumentales, patrimoniales en lo tradicional y el memoriaje) de algunas ruinas, solares o vetustos edificios de Guadalajara. Siempre en ese camino de dar a conocer, de valorar, de salvaguardar el pasado en sus formas monumentales.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Divisa de valor


Ángel Taravillo Alonso

Divisa de valor
Aache Ediciones
Colección “Letras Mayúsculas” nº 72
Guadalajara, 2023
300 páginas
ISBN 978-84-19813-12-1
P.V.P.: 20 €.

El libro

Una novela en la que el arte del toreo se hace vivo, vibrante y luminoso. Una novela en la que, además de una bonita historia con “buenos y malos”, aprende el lector a sentir la emoción de las corridas de toros, con el antes, el durante y el después de ese espectáculo que sigue brillando como uno de los más llamativos del mundo.
De Ángel Taravillo Alonso hemos leído cuanto ha escrito, y publicado en Aache, incluyendo novelas de capa y espada, relatos históricos y románticos, cuentos y leyendas, biografías noveladas… pero en esta ocasión hace su aparición con un lenguaje más depurado, y bien medido, con unos diálogos realistas, y, sobre todo, con un amor encendido a la compleja y sublime tarea de dar muerte a un toro desde una perspectiva de valentía y preparación, encuadrado cada capítulo en los tinglados de lo que el arte de Cúchares supone de complejidad y experiencia.
En esta “Divisa de Valor” se va a encontrar el lector con una de las pocas novelas en las que se narra una inventada (pero real como la vida misma) carrera de matador de toros, desde los inicios de chavalillo desvalido y con aficiones, a la cumbre de disputar mano a mano con las primeras figuras en los grandes cosos del mundo hispánico, desde las plazas de toros españolas, que se describen en detalle, hasta la más alta cumbre del toreo en la Monumental de México.

El autor

Ángel Taravillo Alonso (Corral de Almaguer, Toledo, 1966) reconoce su origen familiar en la Alcarria de Guadalajara. Aunque su infancia la pasó en Vallecas (Madrid) al contraer matrimonio se trasladó a la capital alcarreña donde actualmente reside.

Ha cursado estudios superiores de Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, y se confiesa lector apasionado de los clásicos, entusiasta cinéfilo y ferviente melómano.

Ha participado en el mundo del teatro realizando y dirigiendo dos adaptaciones teatrales: una de propia autoría, “El capitán aventurero”, y otra basada en la historia de Anna Frank, habiéndose representado para público juvenil y escolar en teatros de Guadalajara capital.

Ha publicado en 2021 su primera novela, las “Andanzas de don Íñigo de Losada y Laínez” con la que ha obtenido un gran éxito de crítica y público, habiendo alcanzado dos ediciones en pocos meses. Le siguieron “Cuentos y Leyendas de Romancos” y “Relatos de lumbre y candil en Valdeconcha”. Después sorprendió con una novela romántica, “Tras los cipreses negros” y está reciente su relato biográfico de “Mariano, el buen pastor”. Se trata, din duda, de un fuerte valor literario con el que Guadalajara está orgullosa de contar.

Crónicas de tiza


Marta Marco Alario

Crónicas de tiza

Aache Ediciones
Guadalajara, 2023
124 páginas
ISBN 978-84-19813-13-8
P.V.P.: 15 €.

El libro

 

Cuando Marta Marco, profesora de literatura, y activista de la vida moderna pero consecuente, se enfrenta al relato de lo que hace y lo que la rodea, se pone de frente. O sea. Nos pone a todos con los ojos fuera de las órbitas y queriendo leer más, saber, sentir más, de lo que ella cuenta como profesora de un instituto de enseñanza media. Una vida entre profes y alumnos, sonando de fondo la efervescencia de la vida que viene para quedarse y cambiarlo todo.

Ya hizo un libro, con el que ganó un importante premio literario, al que tituló “Al Abordaje” y en el que contaba anécdotas de su vida diaria como profesora. Tuvo mucho éxito, y los lectores pedían más. En ello estaba, preparándolo, cuando estalló la epidemia de la COVID19, y a ella le asignaron (en el circo que se montó por medio mundo) el arriesgadísimo número de ser la coordinadora covid de su instituto. Un año luchando, día a día y minuto a minuto, con los protocolos y los alumnos para evitar contagios. Y en estas ocurre que al final del curso, y cuando la plaga iba en disminución, las criaturas de su curso deciden, por su cuenta (y la de sus padres) montarse un viaje a Mallorca para beber sin tasa, y sin control paterno, porque allí en Mallorca eso se puede hacer siempre que pagues. Los alumnos se contagiaron del COVID, junto a otros muchos de otras provincias que allí fueron, y ella se lo incriminó, en un escrito de su perfil FaceBook, que mantiene con entusiasmo y dedicación.

Días después, la prensa, en general, se lo robó, se lo descontextualizó, y se armó la gorda, con protestas desesperadas de Marta, a la que le robaban texto, imagen, y opiniones, dejándola a los pies de los caballos sin remedio. Y todo eso, y lo que pasó luego, y el juicio que se celebró por la denuncia que ella presentó contra la prensa, y la sentencia desfavorable, y todo el lío consiguiente, ha dado para llenar bastantes páginas de este libro que ahora publica y que, bajo el título de “Crónicas de tiza” lo que hace realmente es juntar una serie de maravillosos relatos nacidos del día a día en un instituto de enseñanza media, y demostrar en ellos que es una grandísima escritora, que domina todos los recursos del relato, la conversación y los planteamientos.

Por eso merece la pena hacerse con este libro, leerlo, releerlo, y guardarlo para que lo hereden tus hijos. Porque de este libro no se quedará nada Hacienda.

 

La autora

 

Marta Marco Alario (Guadalajara, 1979) es también muy conocida con su seudónimo de Singlutenia Maralar, con el que mantiene activos perfiles en redes sociales.

Esta escritora (narradora y poeta) obtuvo la licenciatura de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Desde 2004 ha trabajado como profesora de Lengua Castellana y Literatura en distintos institutos y colegios de Madrid y Guadalajara ejerciendo actualmente en el IES Carmen Burgos de Seguí, de Alovera (Guadalajara).

Colabora en la revista literaria "Oceanum" y en el periódico "Nueva Alcarria", y es madre.

Marta ha publicado El libro de los estorninos y Heredarás esparto y otros relatos (Aache); Al abordaje (Marli Brosgen); Las flores y el yelmo y Mujeres de boca grande que saben ser bosque (Huerga y Fierro) y ha colaborado en diversos títulos y publicaciones.

Protagoniza actualmente un espectáculo poético y musical llamado "Mujeres de boca grande". Además, tiene en su haber numerosos premios, como el Premio Literario Ciudad de Sevilla o el Premi Relats de dones 2017.

sábado, 29 de abril de 2023

Lecturas de Patrimonio. Provincia de Guadalajara

 Antonio Herrera Casado

Lecturas de Patrimonio. Provincia de Guadalajara
Aache Ediciones de Guadalajara
Colección “Proyecto Lucena” nº 6
Guadalajara, 2023.
512 páginas, numerosas ilustraciones.
ISBN 978-84-19813-00-8 – PVP.: 50 €.

La obra


Ha querido el autor, en este libro que confiesa ser el último que escribe, acumular por temas todos aquellos estudios que a lo largo de sus cincuenta años de actividad investigadora ha conseguido desvelar, estudiar, divulgar y poner en la senda del respeto.
Publicados muchos de ellos previamente en el Semanario local “Nueva Alcarria” o en revistas especializadas de tirada minoritaria, podrían pasar desapercibidos y perder la intención con que fueron hechos, de desvelar misterios y aclarar sentidos de obras, en edificios, retablos o piezas muebles.
Es largo el índice de temas, y profuso el topográfico del final del libro, pero con ello se consigue dar idea del objetivo de la obra, que es aunar en un solo tomo los elementos claves del conjunto patrimonial histórica de Guadalajara, y, sobre todo, refundir en un tomo aquellos elementos que conforman, desde distintos ángulos, ese Patrimonio de Guadalajara que debemos entregar a nuestros sucesores bien estudiado, y bien protegido.

Elementos que contiene

Solo con leer el índice, ya se hace el lector perfecta idea de lo que va a encontrar en esta obra, múltiple y densa. Aunque de temáticas en principio muy diversas (castillos y artesanías, tapices y bibliografías) hay un indudable hilo conductor en esta obra.
Se inicia con la exposición, resumida y clara, de los lugares más singulares del patrimonio provincial: yacimientos arqueológicos, monasterios medievales, castillos defensivos, palacios señoriales, iglesias singulares, plazas y ayuntamientos, fuentes y puentes, cuevas eremíticas y ermitas populares, pinturas ­–de caballete y en retablos­– y esculturas –funerarias y de respeto–, piezas de orfebrería, colecciones de tapicería, muestra de heráldica, más un numeroso aporte de inéditos lugares y rincones donde la iconografía da las claves de un mensaje que se prologa en siglos: muestras románicas y expresiones renacentistas muy varias, acabando con esos elementos (arquitectura popular, artesanías, patrimonio industrial) que conforman, junto con los libros sustentadores en último escaño, la historia real y firme de esta tierra, a la que el autor ha dedicado tantos años de estudio.

El autor

Antonio Herrera Casado (Guadalajara, 1947) es doctor en Historia de la Ciencia, habiendo ejercido su carrera profesional como médico, especialista en Otorrinolaringología, en la Medicina Pública de Guadalajara. Es autor de un centenar de libros, todos ellos referidos a temas del Patrimonio, la Historia, la Naturaleza y las costumbres, de Guadalajara. Fue nombrado, en febrero de 1973, Cronista Oficial de la Provincia de Guadalajara. Y ha sido designado miembro, correspondiente o de número de cuatro Academias (Historia, Genealogía y Heráldica, Bellas Artes y Letras de Cuenca, y Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla La Mancha).

Colabora desde 1968 en el semanario “Nueva Alcarria” y muchos de los textos aquí publicados han visto a luz en ese periódico. Otros han sido publicados antes en revistas especializadas de difusión minoritaria, y algunos son nuevos en el conjunto de temas expuestos.


Antonio Herrera Casado ha dedicado muchos años de trabajo e investigación a los temas patrimoniales de su provincia natal, escudriñando de ellos (templos, retablos, fachadas y enterramientos) los elementos iconográficos que dan sentido a una obra, y que aclaran –cuando son entendidos– los mensajes que autores y personajes han querido transmitir a siglos futuros. Esa tarea de análisis patrimonial es lo que se recoge en este libro que es suma de una vida.

viernes, 28 de abril de 2023

El libro fotográfico de Valverde de los Arroyos

 



Santiago Bernal Gutiérrez

“Libro Fotográfico de Valverde de los Arroyos”

Aache Ediciones / Diputación Provincial de Guadalajara

Guadalajara, 2023

184 páginas, fotografías en color, 29 x 29 cms.

ISBN: 978-84-18131-89-9 – PVP.: 39 €.

 

Este es un libro que Guadalajara le debía a uno de sus más preclaros habitantes. Santiago Bernal Gutiérrez, segoviano de origen, había puesto en nuestra ciudad un altar de culto y cultivo a la fotografía. Con él creció la recién nacida Agrupación Fotográfica Alcarreña, y con él se dispararon las aficiones, las visiones y los caminos abiertos hacia el arte de la fotografía. De las cámaras (analógicas, por supuesto, con carrete y fotómetro añadido) salieron los negativos que vigilaban la realidad ­–gentes y cosas– de esta tierra, durante muchos años.

Y de Bernal salieron cientos (quizás miles) de imágenes de Valverde de los Arroyos. Tantas, que era obligado contemplar ese lugar de la Sierra Norte bajo su objetivo. De Bernal se ha hecho un libro antológico de sus imágenes más creativas (Aache/Hercesa, 1992) y una monografía sobre la Caballada de Atienza (Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, 2012), pero tras su muerte, y cumpliendo por parte de sus familia y admiradores el obligado compromiso de sacar le esencia de su mirada sobre Valverde, ahora esta obra. Grandiosa y espectacular.

Al libro le pone prólogo el escritor alcarreño Jesús Orea Sánchez. Con unas palabras definitorias…    Además de breves párrafos de José Luis Vega, presidente de la Diputación, y de José Luis Bermejo Mata, alcalde de Valverde. Se concluye con un Epílogo escrito por Mario Bernal Cacho, hijo del fotógrafo. Pero la esencia de Valverde está en esta obra captada por las fotografías de Bernal, grandes, a color, o en el clásico blanco y negro tan dramático y efectista, explicadas paso a paso por los textos de José María Alonso Gordo, cronista oficial de Valverde, y que en esta obra se estrena en el oficio, dándole la dimensión cabal que una crónica, medida y pensada, debe tener. En este caso complementando la imagen de sucesivas realidades.

En el Índice del libro queda patente lo que en él se ofrece: visiones a color, en gran tamaño, o en blanco y negro y reducidas, como en esencia, del lugar, la Fiesta de la Octava, la Naturaleza valverdeña, la tradición, las gentes, todo ello rematado con un epílogo de Mario Bernal, que presenta el objetivo de la publicación, y que no es otro que dar cumplido el deseo del autor de ver publicadas tantas fotos, tantos frutos de tantos años.

El libro sobre Valverde, en fotos y en textos, hechas las primeras por Bernal y los segundos escritos por Alonso, es una maravilla. Y pensamos que, sobre todo, sirve para que el autor de las imágenes continúa, palpitante y dinámico, entre nosotros. Cada foto de Valverde es un recuerdo de Santiago Bernal. Por eso se ha hecho el libro, y por eso al mirarlo ahora nos entran las ganas de ir de nuevo hasta aquel lugar, remoto y magnífico, siempre descubierto.

 


martes, 7 de marzo de 2023

Alas de vida sobre el río Dulce


Es este un libro en el que se arraciman muchas noticias y emociones. Es, por tanto, un libro humano y sabio, un gran amigo desde el principio. Trata, como casi todo lo que escribe Antonio Nicolás, de las abejas y su mundo. Pero lo hace de una manera meditada, reciamente organizada, hermosamente expuesta.

Consiste este libro escrito por Nicolás Ochaíta en un repertorio de narraciones que discurren en un lugar (Pelegrina, Sigüenza, el entorno del río Dulce) y en una época (un año entero, en torno a 1994). Esta es la anécdota, porque la esencia es lo que piensa y ejecuta un muchacho adolescente, a lo largo del sucederse de las cuatro estaciones, en aquellas alturas serranas de Guadalajara, y en un ambiente de Naturaleza y relaciones humanas que trascienden saber humano, filosofía, y sobre todo amor por la naturaleza y el medio ambiente.

El protagonista es un niño nacido en la villa de Pelegrina, entre riscos, un castillo y muchas plantas: Félix es su nombre, porque sus padres pensaron que recogería (como quieren los indios inuit) el saber de otro Félix que por allí anduvo muchos años antes. Se va encontrado con personajes de la ciudad (don Felipe Peces, canónigo archivero) y llegados al pueblo (la jovencita Lissa, que todo lo admira) y van descubriendo animales, plantas, fenómenos meteorológicos, aprendiendo de ellos (sobre saberes y leyendas antiguas) lo que a la vida es menester inyectar: optimismo, bondad, honestidad y una serie de valores que ellos encuentran.

El libro tiene prólogos, epílogos, agradecimientos, frases y un entorno que abriga la esencia del mismo, 43 relatos que sucesivamente cuentan de la vida y los vivires del protagonista Félix en Pelegrina y el valle hondo del Dulce. Se palpa en todo el homenaje que esta obra supone a la memoria y el saber derramado de Félix Rodríguez de la Fuente, naturalista que puso en este lugar de la provincia de Guadalajara su base de quehaceres y descubrimientos. Por eso se habla de lobos, de abejarucos, de jinetas y petirrojos. Pero, sobre todo, de abejas, de las que el autor (que ya nos premió con aquel gran libro titulado “La sabiduría de las Abejas”) es uno de los consumados conocedores, y divulgadores de sus incontables sorpresas.

Está el libro muy bien ilustrado con imágenes compuestas por ordenador por el autor del texto. Y se complementan ambos elementos para conseguir un libro hermoso, agradable de ojear y de leer, imprescindible (cuando se ha terminado) para conocer y apreciar el vasto mundo natural que nos rodea. Debería ser declarado, este libro, de obligado conocimiento en los colegios del país, al menos de la tierra en que nace. Porque lleva tantos valores y saberes que nutrirán vidas y desarrollos. Sobre todo las que van naciendo, haciéndose, las de los críos y crías, representados en ese ángel adolescente que es el protagonista, Félix…

Detalles del libro:

Autor: Antonio Nicolás Ochaita
“Alas de vida sobre el río Dulce”
Aache Ediciones. Guadalajara, 2023.
Colección “Letras Mayúsculas” nº 70
358 páginas, con muchas ilustraciones a color.
ISBN 978-84-18131-96-7. PVP.: 20 €.

sábado, 4 de marzo de 2023

Mariano, el buen pastor


El libro 

Este libro presenta una biografía, novelada, de un personaje que fue muy conocido en la Guadalajara del siglo XX. El protagonista es don Mariano Moreno Pastor, a quien el autor le hace aparecer en el título de su novela como “Mariano, el buen pastor”, fue muy abierta de cara a los demás. En la diócesis, junto a sucesivos obispos, pero especialmente con don Laureano Castán Lacoma, cumplió misiones de “mano derecha”, y en la política social de la Dictadura se ofreció a aportar a nivel local todos los medios para mejorar la calidad de vida de los estratos más desfavorecidos de la sociedad. Guarderías, viviendas sociales, ocio activo, formación y cultura… por muchos todavía vivos es recordado don Mariano. A muchos aún se les aparecerá en la memoria, viéndle venir, por el entorno de Santa María, sonriente siempre, enorme, impetuoso, con una carpeta entre las manos, escuchando a quienes se le acercan, preparando alguna movida o enfrascado en los problemas de alguna obra.

Mariano Moreno, sacerdote diocesano, fue de esos personajes que dejan huella. Dinámico promotor de la construcción en el Barrio del Alamín, de los hogares promovidos por el Patronato de Viviendas de Nuestra Señora de la Antigua, en lo que hoy son las calles Cáceres, Alamín y Avenida de Burgos. Toda su acción se cimentó en un interés social –desde la Fe y el empeño cristiano de ayudar a los débiles– muy en la línea de lo que la Iglesia Católica ha ido haciendo desde el pontificado de León XIII. 

 

El relato

 

Este libro presenta el relato lineal de la vida del protagonista, que va desde una infancia feliz en un pueblo de la Alcarria (Romancos) hasta la inesperada pero amable muerte en Guadalajara, ocupa 80 años de la vida de un hombre al que conviene recordar, porque fue un ejemplo de “homo auxiliator”. Con un lenguaje muy movido, en conversación permanente, describiendo pueblos, plazales y suburbios, esta novela desvela la vida de don Mariano Moreno Pastor (1913-1994) que habrá quedado en la memoria agradecida de muchos, y en el emocionado relato literario de Ángel Taravillo.

 

El autor

 

Al escritor Ángel Taravillo Alonso ya muchos le conocen, porque ha compuesto y publicado en los pasados años cuatro libros (unos de novelas, otros de relatos) que le han puesto en la vanguardia de los escritores alcarreños.

Aunque nacido en Corral de Almaguer, Toledo (1966) pero originario de la Alcarria Baja, está muy comprometido en los ambientes literarios y teatrales de Guadalajara, desde hace largos años. Con sus estudios de Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, y su incansable tarea de leer, aprender y soñar, está consiguiendo que la historia y el patrimonio de Guadalajara sea más conocido, fuera de nuestras fronteras, y mejor apreciado dentro de ellas. 

Debo reseñar que su actividad literaria, durante 2021, dio por resultado tres libros que le han ido llevando en clamor: las “Andanzas de don Íñigo de Losada y Laínez” con la que ha obtenido un gran éxito de crítica y público, ha sido la primera, que ha visto su segunda edición recientemente. Y con sus “Cuentos y Leyendas de Romancos” seguidos de los “Relatos de lumbre y candil de Valdeconcha”, supo poner la pica en Flandes que cualquier autor pretende al escribir: y es nada más y nada menos que sus paisanos le lean. No hace mucho, en los inicios del invierno, sacó a luz otra fabulosa novela, “Tras los cipreses negros”, ambientada en Brihuega y su Real Fábrica de Paños.

Y es ahora, y de cara a la próxima Feria del Libro 2023, que aparece este relato en el que la biografía real de “Mariano, el buen pastor” nos va a emocionar con sus aventuras vitales, y muy especialmente las ocurridas al personaje durante la Guerra Civil española de 1936-39, y en las calles y ambientes del Madrid asediado, con un capítulo increíble, cuajado de emoción y claras hechuras. Quedan pues, los escritos de Taravillo, como testimonio válido, y palpitante, de cuanto por aquí ha acontecido.