Trallero Sanz, Antonio; Arroyo San José, Joaquín; Martínez
Señor, Vanesa: “Las salinas de la comarca de Atienza”, Aache Ediciones.
Guadalajara, 2003. Colección “Tierra de Guadalajara” nº 41. 126 páginas. Ilustraciones
a color y planos en B/N.
Un estudio clásico, meticuloso, muy accesible a todos los
lectores, sobre la industria de la sal de interior, y sobre las explotaciones
salineras de la parte norte de la provincia de Guadalajara, en torno a la
histórica villa de Atienza. Aunque en esta edición (que es la segunda) los
editores añadieron una referencia a otras zonas salineras y salinas en
explotación a lo largo de la historia en la provincia de Guadalajara, a cargo
de Antonio Herrera.
Empieza la obra con explicaciones científicas y técnicas
sobre el origen geológico de la sal, los paisajes que en su torno aparecen, los
ríos, lagunas y vegetación que la acompañan, y las formas de vida que se
establecen porque en siglos pasados tener sal era tener un tesoro,
perteneciendo de forma natural, por ley, al señor de todas las tierras, al rey
de un país, esos yacimientos y sus explotaciones.
Un segundo gran capítulo trata de la historia de estas
salinas de la comarca de Atienza. De como fueron dadas en gentil donación por
los reyes de Castilla a los obispos de Sigüenza, y como la leyenda viene repitiéndose
desde hace siglos en el sentido de que la catedral de Sigüenza pudo ser
construida gracias al dinero que los obispos sacaron de sus salinas.
No es para tanto. Pero sí que en tiempos pasados produjeron
riqueza, dieron de vivir a mucha gente, y posibilitaron el crecimiento de sus
pueblos. Los autores estudian el origen y desarrollo de las salinas de la zona:
las más importantes son las de Imón, pero también se tratan las de Santamera, Bujalcayado,
El Atance, la Olmeda, Riba de Santiuste, Paredes, Rienda, Alcuneza, etc, etc….
Se prepara al lector a continuación un meticuloso estudio de
las técnicas de extracción, al aire libre primero ara extender el agua en los
depósitos, y tras la evaporación recoger la sal, almacenarla, transportarla, y
venderla, describiendo las albercas, recocederos y calentadores, más las norias
y almacenes. De todo ello danlos autores en este libro clarificadores dibujos,
esquemas, muchas fotografías, quedando claro el objetivo de esta industria, sus
resultados, y los restos (cuasi arqueológicos) que hoy quedan de ella. Se
lamentan, una vez más, como hacemos todos siempre que el tema aparece en
público, de su pérdida, su ruina, su abandono, su olvido… cuando todo esto
debería ser un patrimonio vivo y mantenido de una tierra como la nuestra.
El libro, que fue resultado de un proyecto de trabajo
de alumnos de la Escuela de Arquitectura Técnica de la Universidad de Alcalá de
Henares, y que llevó a ganar el premio “Guillen de Rohan” para estudios de
arquitectura técnica histórica, aporta finalmente un esbozos de proyecto de
recuperación de estas salinas, fundamentalmente de las de Imón, que aún pueden
salvarse, porque todas las demás de la comarca están iremediablemente perdidas.
Gustará a viajeros, a turistas, a estudiosos, a arquitectos e historiadores.
Gustará, como siempre pasa, a cuantas personas tengan la suficiente
sensibilidad para admirar las obras antiguas y tratar de protegerlas.
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