Herrera Casado, Antonio: “El marqués de Santillana. Marco, ruta y significados vitales”. Aache Ediciones,
Guadalajara, 1998. ISBN 84-87743-93-5. 84 págs., grabados diversos. 6 Euros.
Una completa monografía sobre uno de
las figuras históricas claves en el desarrollo de la ciudad de Guadalajara:
trayectoria vital, política y aliento cultural sobre la ciudad y provincia de
Guadalajara. Con motivo del sexto centenario del nacimiento de esta figura
del Renacimiento español, y eje durante la primera mitad del siglo XV de la
vida política y cultural de Guadalajara, se presenta esta obra que ha resultado
ser definitiva para el conocimiento preciso de este personaje en todas sus
dimensiones.
Iñigo López de Mendoza fue hijo del almirante Diego Hurtado
de Mendoza y de Leonor de la Vega. Le casaron muy
joven, a los 14 años de edad, en 1412, con Catalina de Figueroa (1412), hija
del maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, y gracias a ello pudo
formar su formidable patrimonio, hasta el punto de convertirse en uno de los
grandes de España más poderosos e influyentes del siglo XV castellano.
Desde muy joven intervino en la
compleja política de su tiempo, primero con don Fernando de Antequera, y más
tarde con su hijo, el Infante Enrique, pasando luego al servicio directo de
Álvaro de Luna. Su participación en las diferentes ligas y confederaciones de
la nobleza castellana fue decisiva. De todo obtuvo importantes beneficios.
Mantuvo a lo largo de su vida la fidelidad al rey Juan II, aunque se enemistó
con Álvaro de Luna a partir de 1431. No por ello militó en el bando de los
aragonesistas; en la batalla de Olmedo (1445) participó en las filas del
ejército real, tras lo cual el rey le concedió el marquesado de
Santillana, espacio de la cordillera cántabra en la que había heredado
importantes territorios de su madre. Iñigo López contribuyó claramente a la
caída de Álvaro de Luna (1453), y a partir de entonces comienza a retirarse de
la política activa. Su última gran aparición se produce en la campaña de
Granada de 1455, ya bajo el reinado de Enrique IV. Después se retira a su
palacio de Guadalajara para pasar en paz los últimos años de su vida.
Huérfano de padre desde muy pequeño, y
también de madre en su adolescencia, se educó en la refinada corte aragonesa de
Barcelona, donde mantuvo relación cultural con Jordi de Sant Jordi, copero, y
Ausias March, halconero real, reuniendo a lo largo de su vida una notable
biblioteca, que después quedó en la casa del Infantado y de los Osuna. Su idea
de la literatura, aun tras haber pasado a los anales de los más altos poetas
castellanos, es todavía estrictamente medieval, según se refleja en el famoso
Proemio, o carta prologal a la colección de sus obras enviada a don Pedro,
condestable de Portugal, que se tiene, con exageración de algunos, como la
primera «historia de la literatura española».
Según la referencia bio-bibliográfica
que en la Historia de España de Alianza Editorial (Madrid 1991) dirigida por
Miguel Artola, escriben Juan Carlos Mainer y César Olivera Serrano, la obra del
marqués de Santillana “es en realidad un reflejo de las ideas de poesía como
ciencia y de la teoría de los estilos heredadas del siglo anterior y, en su
aspecto más interesante, un testimonio del cambio de gustos nacido al calor de
novedades internacionales que cita: el dulce stil nuovo italiano, el alegorismo francés de Alain Chartier y el
Roman de la Rose y, sobre todo, el alegórico modo introducido en España por
Francisco Imperial. En el estilo elevado que éste introdujo en el Cancionero de
Baena— al que son consustanciales el ritmo acentual muy marcado del verso de
arte mayor (dodecasilábico), el cultismo léxico crudo, la referencia mitológica
y la alegorización sistemática— escribió Santillana sus composiciones poéticas
de mayor empeño: Defunción de Don Enrique de Villena, Coronación de Mosen
Jordi, Infierno de los enamorados, y la más larga Comedieta de Ponza, donde se
lamenta de la derrota naval sufrida por Alfonso V de Aragón y alude a su
victoria final (de ahí, como en su modelo Dante, el curioso título de
«comedia», que apunta al final feliz de los hechos).
Sobre modelos petrarquistas y
dantescos escribió también sus cuarenta y dos sonetos «al itálico modo»,
primeros en la lírica española tras un par de Villalpando. Al tono moralizante
y más simple de expresión corresponden su Doctrinal de privados (feroz ataque
contra el de Luna), los Proverbios de gloriosa doctrina y el diálogo de Bías
contra Fortuna, quizá el que reúne más afortunados momentos en la glosa de
tópicos senequistas y en su presentación de un tema —las mudanzas de fortuna—
tan de su época. Más numerosas son sus poesías de tema amoroso al modo
cancioneril: entre ellas tienen particular relieve sus encantadoras serranillas
(donde el tradicional encuentro amoroso de serrana y señor se estiliza mucho
sobre los modelos anteriores) y el Villancico a sus tres hijas, atribuido en
algunos lugares a Suero de Ribera, que ensarta con delicada gracia
cancioncillas”.
En este libro de Herrera Casado, se
atiene el autor a la sistemática estructuralista para analizar la vida y obra
del marqués de Santillana. Y así surge el análisis de los ancestros, viendo al
marqués como heredero de una estirpe larga, antigua, los Mendoza. Analizando
luego las fechas claves de su vida, y entrando después en el examen de los
hitos principales de su obra: la política, la literatura, el arte y la familia.
Es la estructura de esa vida y obra la
que ocupa la parte principal del libro, viendo primeramente el marco vital (el
territorio y la historia), luego la ruta vital (nacimiento y educación,
ejercicio político, ejercicio señorial, ejercicio humanista, ejercicio
literario y protector de las artes) acabando con los significados vitales, que
son la Guerra y la Paz, discurriendo numerosas de sus anécdotas a través de las
facies múltiples de esos dos antagónicos presupuestos.
El libro, pequeño, de 80 páginas, se
lee con facilidad y supone el apoyo para cualquiera que decida saber, en serio
y rápidamente, quien fue Iñigo López de Mendoza, y qué fueron sus hechos, sus
obras, sus recuerdos.
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