Batanero Gil, Juan Jesús: “Latidos de corazón
trillano”. Aache Ediciones. Guadalajara, 2014. 144 páginas. Con el patrocinio
del Ayuntamiento de Trillo. ISBN 978-84-15537-61-8
Después de 40 años de trabajo diario en el
ámbito de la Enseñanza, Juan Jesús Batanero llegó a la jubilación en el año
2000 y se dispuso a plasmar en forma de poemas sus experiencias y sensaciones,
sus observaciones del entorno, sus recuerdos y querencias. Con esa intención, y
durante unos cuantos años, ha estado preparando un poemario meticuloso y
sentido, un abundante conjunto de poesías que finalmente reúne en un tomo
impreso y nos las entrega a todos sus amigos, con la esperanza de que las
leamos y las saboreemos.
Así lo hemos hecho, y estamos felices de haber
iniciado esa tarea que ha concluido con alegría y admiración. Porque lo que
Juan Jesús Batanero ha escrito en estos años de su plena madurez ha resultado
ser, tanto en la forma como en el fondo, una deliciosa jornada de disfrute
literario.
En cuatro partes divide sus “Latidos de
corazón trillano”, unas más directamente relacionadas con Trillo, su villa
natal, que otras. Pero en todas late ese amor por la tierra que al hombre
ennoblece y a quienes leen y admiran sus escritos les hacen sentir nostalgia
por la suya y añadir ganas de visitar el lugar del que surgen. El primero de
los apartados está dedicado a los versos de tema local. Y en ellos resplandece
Trillo, sus paisajes, sus calles, sus fiestas y sus recuerdos con la
efectividad de lo que se lleva muy dentro del corazón.
El segundo aspecto se centra en los poemas de
tema familiar. Y así hay dedicadas glosas a la esposa, a los hijos, a los
amigos, y al recuerdo de cuantos admiró el autor, como el trillano de pro que
fue Agapito Pérez Bodega, a quien dedica un extraordinario poema.
El tercero, nos ofrece un abanico de temas
religiosos, mostrando la Fe acendrada del autor, su catolicismo fiel y su
confianza en la Eternidad, a la que sabe que llegará sin falta.
El cuarto de los apartados lo dedica Batanero
a temas sociales, siendo el más amplio y variado de todos, apurando su
sensibilidad por aspectos de la vida actual, de la educación, de las relaciones
sociales, y en definitiva de la experiencia vital, que en este autor es
dilatada y muy inteligentemente administrada.
Un libro de poemas que se agradece leer,
porque siempre se aprende algo. Decía Unamuno que los libros que más le
gustaban eran aquellos con los que no estaba de acuerdo, porque le hacían
pensar, polemizar, replantearse cosas sabidas. En este caso, el libro de Batanero
Gil no es que suponga un enfrentamiento con la realidad, pero sí que nos dice
de las mil aristas que esta tiene, y en todo caso, y como las parrafadas que
nos dicta van envueltas en el llamativo papel de la poesía, quedamos contentos
de haberlo leído, y aplaudimos a cuantos lo han hecho posible: a Juan Jesús
Batanero Gil por escribirlo, al alcalde de Trillo, Francisco Moreno, por
autorizarlo, a Maite Blanco, concejala de Cultura, por apoyarlo decididamente,
y a Daniel Martínez Batanero por prologarlo. Todos los demás, lectores rasos,
quedamos admirados del saber y la galanura del autor, y agradecidos también
porque nos haya brindado esta experiencia, la de leer corazones que miran y se
fijan…
A.H.C.
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El viejo maestro, Juan Jesús Batanero, presenta los versos de sus “Latidos de corazón trillano”
En un emotivo acto, que llenó la Casa de la Cultura, en el que el autor estuvo acompañado en la mesa de ponentes por el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, el director de Telecomunicaciones de la Junta de Comunidades, Daniel Martínez Batanero, y el cronista oficial de la provincia de Guadalajara y editor del libro, Antonio Herrera Casado.
Trillo. 27 de diciembre de 2014. En la tarde de ayer se presentó en la Casa de la Cultura “Latidos de Corazón trillano”, un libro de poesías obra del maestro jubilado, “que viene de júbilo”, puntualizaba ayer con su habitual sentido del humor, Juan Jesús Batanero. El acto llenó los asientos del salón de actos y emocionó a los presentes, precisamente en una época del año en la que la alegría de la navidad se pasea de casa en casa, sin dejarse una sola, en la villa de Trillo.
“Aunque nunca estuve desvinculado de Trillo, anhelaba el momento de mi retiro para radicarme permanentemente en el pueblo donde nací. Así fue, y aquí estoy desde el año 2000, entregado a quehaceres saludables que implican el permanecer activo, tanto física como espiritualmente”, dijo el autor en la presentación. Fruto de esta última inquietud es este “Latidos de corazón trillano” que su autor ha estructurado en cuatro apartados por contenidos: el primero referido a temas locales, el segundo a temas familiares, el tercero a religiosos y el cuarto a temas generales, de carácter social. En el texto están plasmados, con verbo fácil y jugoso, la belleza natural de Trillo, vivencias de la niñez y juventud de su autor, recuerdos de una sociedad distinta, estampas familiares, retazos de sentimientos nunca olvidados o nobles deseos, explicaba ayer su autor.
Las cuatro intervenciones que hubo en la presentación fueron casi tan sentidas como las rimas consonantes de los “Latidos”. Fue el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, el encargado de moderar el acto. Moreno resumió en su turno algunas de las palabras que él mismo escribe en la presentación del libro: “Cuando a un trillano le sale la vena poética, y estampa su firma en ella, es cosa seria. Con métrica y rima precisas, Juan Jesús ha hilvanado sus recuerdos de niño, dejándolos caer del Cifuentes al Tajo, y los ha trenzado con su forma de ver la vida, para, una vez más, enseñarnos”. El regidor recomendó a los presentes la lectura de unos versos “que destilan cariño por su tierra y por su gente”.
Antonio Herrera Casado, cronista provincial y editor del libro, se centró, como le correspondía, a la parte histórica y literaria del libro, pero no olvidó la sentimental. “Me consta, también por ser trillano consorte, que los vecinos de este pueblo son los mejores embajadores de su tierra”. Sobre el estilo, Herrera afirmó que los versos de Batanero están llenos “de rebuscadas palabras hermosas, con las que el autor se siente como una parte más de la raíz que Trillo tiene hincada en la tierra” y valoró la dedicación del poeta que lleva mucho tiempo “destilando lo mejor de su pueblo, para sacar de su trabajo el zumo dulce que es este libro, con un lenguaje que transmite la fuerza de sus vivencias”.
En cuanto a las pinceladas de la historia de Trillo que Batanero ha versado en algunos poemas, Herrera alabó la “forma elegante en la que el autor glosa el pasado de su pueblo”. Así dicen los primeros versos de la rima titulada precisamente “Pinceladas de la historia de Trillo”: “De Trillo, cuenta la historia / que nació en una colina. / La que llaman Villavieja, / Que a todo el valle domina. “Bursada” la llama Plinio, / Y Ptolomeo “Thermida”, / Supuestos nombres de antaño / De esta población perdida. / Aún se aprecia alguna ruina / Adonde estuvo el poblado. / Algunos restos de teja, / y el cimiento descarnado”.
El poeta recuerda también la vinculación de la localidad con el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV. Entonces se construyó un castillo, al que Batanero le dedica también unos versos: “En mi pueblo hubo un castillo / En la España medieval. / Por si las veían mal, salvar pellejo y hatillo. / (…) Por el infante Juan Manuel / Fue en este año construido. / Mil trescientos veintidós, / siendo después derruido. (…) / En mala hora sucumbió / el castillo y su palacio, / Suerte que el puente quedó, / cual majestuoso topacio. / ¡Pero en Trillo hubo castillo!, “termina la poesía su autor como diciendo que conste en acta”, valoraba el cronista.
Maravillosos son también los versos que Juan Jesús Batanero dedica al callejero trillano. “Seguro que van a ser de los más recordados del libro”, añadía Herrera. Dicen así: “La parte antigua del pueblo, / Que da a la balconada del Tajo, / la recorren tres callejas: la de Arriba, la de Enmedio / Y la Mayor, la de abajo (…) / Tres altas calles, serranas, / con trayectorias muy traviesas, / todas ellas bien solanas, / Son: la calle Cantarranas, María Espá y Las Salesas”. El cronista provincial terminó su intervención agradeciéndole al autor su elección como editor.
También estuvo presente en el acto el director de Telecomunicaciones de la Junta, Daniel Martínez Batanero, trillano, amigo personal del autor y prologuista del libro. Martínez Batanero se refirió a la condición de maestro del autor. “Juan Jesús pertenece a una saga de profesores, hijos de la postguerra trillana, muchos de ellos portadores -como él- del apellido Batanero, cuyas vivencias y valores les hicieron concebir la enseñanza de una manera integral e inseparable de sus vidas. Vidas que dedicaron, mientras ejercieron y después, incluso ya jubilados, a educar personas con principios y valores, y a prepararlas para ser esforzados profesionales y miembros impecables de su familia y de su comunidad. Mucho más allá de la educación reglada, estos maestros vocacionales lo eran las 24 horas del día, y enseñaban la manera correcta de comportarse a los niños en casi todas las situaciones de nuestros entornos rurales: en el aula, por supuesto, pero también en el recreo, en la calle, en la tienda, en la excursión, en las fiestas o en la romería. Esta manera trascendente y didáctica de entender la vida del maestro, inevitablemente condiciona el sentir de las poesías de Juan Jesús; sus versos manan del alma de una manera limpia, genuina, entrañable y profunda y van desgranando a su paso una mezcla de emoción, sabiduría, experiencia y pasión”, afirmó Martínez Batanero.
La presentación la cerraron dos intervenciones espontáneas, las de su nieta, Patricia López Batanero, que le dedicó unas palabras “a su abuelo preferido” para agradecerle “todo lo que nos enseñas y hablas de tu infancia”, y la de su compañero del alma, el también profesor Fernando Montón: “tu libro me servirá para alimentar el espíritu, porque yo opino que así como el cuerpo necesita alimento para subsistir, también lo necesita el alma. Tus versos serán el mejor para el mío, porque relatan vidas conocidas, recuerdos de niñez, vivencias del pueblo que te vio nacer, tu Trillo del alma, al que adoras”.
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Noticia de la presentación (por Javier Bravo)
El viejo maestro, Juan Jesús Batanero, presenta los versos de sus “Latidos de corazón trillano”
En un emotivo acto, que llenó la Casa de la Cultura, en el que el autor estuvo acompañado en la mesa de ponentes por el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, el director de Telecomunicaciones de la Junta de Comunidades, Daniel Martínez Batanero, y el cronista oficial de la provincia de Guadalajara y editor del libro, Antonio Herrera Casado.
Trillo. 27 de diciembre de 2014. En la tarde de ayer se presentó en la Casa de la Cultura “Latidos de Corazón trillano”, un libro de poesías obra del maestro jubilado, “que viene de júbilo”, puntualizaba ayer con su habitual sentido del humor, Juan Jesús Batanero. El acto llenó los asientos del salón de actos y emocionó a los presentes, precisamente en una época del año en la que la alegría de la navidad se pasea de casa en casa, sin dejarse una sola, en la villa de Trillo.
“Aunque nunca estuve desvinculado de Trillo, anhelaba el momento de mi retiro para radicarme permanentemente en el pueblo donde nací. Así fue, y aquí estoy desde el año 2000, entregado a quehaceres saludables que implican el permanecer activo, tanto física como espiritualmente”, dijo el autor en la presentación. Fruto de esta última inquietud es este “Latidos de corazón trillano” que su autor ha estructurado en cuatro apartados por contenidos: el primero referido a temas locales, el segundo a temas familiares, el tercero a religiosos y el cuarto a temas generales, de carácter social. En el texto están plasmados, con verbo fácil y jugoso, la belleza natural de Trillo, vivencias de la niñez y juventud de su autor, recuerdos de una sociedad distinta, estampas familiares, retazos de sentimientos nunca olvidados o nobles deseos, explicaba ayer su autor.
Las cuatro intervenciones que hubo en la presentación fueron casi tan sentidas como las rimas consonantes de los “Latidos”. Fue el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, el encargado de moderar el acto. Moreno resumió en su turno algunas de las palabras que él mismo escribe en la presentación del libro: “Cuando a un trillano le sale la vena poética, y estampa su firma en ella, es cosa seria. Con métrica y rima precisas, Juan Jesús ha hilvanado sus recuerdos de niño, dejándolos caer del Cifuentes al Tajo, y los ha trenzado con su forma de ver la vida, para, una vez más, enseñarnos”. El regidor recomendó a los presentes la lectura de unos versos “que destilan cariño por su tierra y por su gente”.
Antonio Herrera Casado, cronista provincial y editor del libro, se centró, como le correspondía, a la parte histórica y literaria del libro, pero no olvidó la sentimental. “Me consta, también por ser trillano consorte, que los vecinos de este pueblo son los mejores embajadores de su tierra”. Sobre el estilo, Herrera afirmó que los versos de Batanero están llenos “de rebuscadas palabras hermosas, con las que el autor se siente como una parte más de la raíz que Trillo tiene hincada en la tierra” y valoró la dedicación del poeta que lleva mucho tiempo “destilando lo mejor de su pueblo, para sacar de su trabajo el zumo dulce que es este libro, con un lenguaje que transmite la fuerza de sus vivencias”.
En cuanto a las pinceladas de la historia de Trillo que Batanero ha versado en algunos poemas, Herrera alabó la “forma elegante en la que el autor glosa el pasado de su pueblo”. Así dicen los primeros versos de la rima titulada precisamente “Pinceladas de la historia de Trillo”: “De Trillo, cuenta la historia / que nació en una colina. / La que llaman Villavieja, / Que a todo el valle domina. “Bursada” la llama Plinio, / Y Ptolomeo “Thermida”, / Supuestos nombres de antaño / De esta población perdida. / Aún se aprecia alguna ruina / Adonde estuvo el poblado. / Algunos restos de teja, / y el cimiento descarnado”.
El poeta recuerda también la vinculación de la localidad con el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV. Entonces se construyó un castillo, al que Batanero le dedica también unos versos: “En mi pueblo hubo un castillo / En la España medieval. / Por si las veían mal, salvar pellejo y hatillo. / (…) Por el infante Juan Manuel / Fue en este año construido. / Mil trescientos veintidós, / siendo después derruido. (…) / En mala hora sucumbió / el castillo y su palacio, / Suerte que el puente quedó, / cual majestuoso topacio. / ¡Pero en Trillo hubo castillo!, “termina la poesía su autor como diciendo que conste en acta”, valoraba el cronista.
Maravillosos son también los versos que Juan Jesús Batanero dedica al callejero trillano. “Seguro que van a ser de los más recordados del libro”, añadía Herrera. Dicen así: “La parte antigua del pueblo, / Que da a la balconada del Tajo, / la recorren tres callejas: la de Arriba, la de Enmedio / Y la Mayor, la de abajo (…) / Tres altas calles, serranas, / con trayectorias muy traviesas, / todas ellas bien solanas, / Son: la calle Cantarranas, María Espá y Las Salesas”. El cronista provincial terminó su intervención agradeciéndole al autor su elección como editor.
También estuvo presente en el acto el director de Telecomunicaciones de la Junta, Daniel Martínez Batanero, trillano, amigo personal del autor y prologuista del libro. Martínez Batanero se refirió a la condición de maestro del autor. “Juan Jesús pertenece a una saga de profesores, hijos de la postguerra trillana, muchos de ellos portadores -como él- del apellido Batanero, cuyas vivencias y valores les hicieron concebir la enseñanza de una manera integral e inseparable de sus vidas. Vidas que dedicaron, mientras ejercieron y después, incluso ya jubilados, a educar personas con principios y valores, y a prepararlas para ser esforzados profesionales y miembros impecables de su familia y de su comunidad. Mucho más allá de la educación reglada, estos maestros vocacionales lo eran las 24 horas del día, y enseñaban la manera correcta de comportarse a los niños en casi todas las situaciones de nuestros entornos rurales: en el aula, por supuesto, pero también en el recreo, en la calle, en la tienda, en la excursión, en las fiestas o en la romería. Esta manera trascendente y didáctica de entender la vida del maestro, inevitablemente condiciona el sentir de las poesías de Juan Jesús; sus versos manan del alma de una manera limpia, genuina, entrañable y profunda y van desgranando a su paso una mezcla de emoción, sabiduría, experiencia y pasión”, afirmó Martínez Batanero.
La presentación la cerraron dos intervenciones espontáneas, las de su nieta, Patricia López Batanero, que le dedicó unas palabras “a su abuelo preferido” para agradecerle “todo lo que nos enseñas y hablas de tu infancia”, y la de su compañero del alma, el también profesor Fernando Montón: “tu libro me servirá para alimentar el espíritu, porque yo opino que así como el cuerpo necesita alimento para subsistir, también lo necesita el alma. Tus versos serán el mejor para el mío, porque relatan vidas conocidas, recuerdos de niñez, vivencias del pueblo que te vio nacer, tu Trillo del alma, al que adoras”.
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