Se trata de un gran catálogo de los animalesvertebrados que pueblan las tierras de en torno al Henares. Esto es lo que nos propone
este libro destinado a la divulgación del entorno natural, protagonizado en
este caso por peces, anfibios, reptiles y mamíferos que pueblan las aguas del Henares
y los bosques, humedales, caminos y peñascales de la zona.
El libro ofrece casi un centenar de especies
animales que se mueven por el agua, charcas y praderas de la Vega del Henares.
Los vertebrados tienen una larga historia de vida sobre la tierra: desde los
más primitivos, que son los peces, a los más evolucionados, que son los
mamíferos, el Henares junta una buena nómina de especies, entre las que saltan
a la vista algunas que vemos todos los días, o entre ellas escondidas se
agazapan otras muy raras, que rara vez alguien habrá visto pero que sin duda
existen, tienen latido y sonido, color y memoria entre nosotros.
Un escritor ya veterano en estas lides de la
divulgación naturalista, como es el zamorano (pero azudense de corazón) Roberto Mangas Morales, periodista y
analista de memorias y realidades, es quien se lanza al análisis de la fauna
vertebrada en nuestro entorno. Haciendo primero una labor de recuento, una
tarea pesada y en principio poco vistosa de recopilación bibliográfica que le
permita hacer la lista, definitiva y segura, de las especies que pueblan la
zona. Con ella, se esfuerza en dar características esenciales y hábitats de los
referidos animales, consiguiendo unos textos, en forma de fichas breves, que
retratan con exactitud y claridad a los animales que presenta.
Además encuentra para la
ocasión la colaboración, que es capital para lograr un libro bello y útil, de
varios artistas, que deben ser mencionados, de arriba abajo, porque con sus siluetas
han completado un catálogo sensacional. Son Úrsula Peñafiel, J. Félix Sánchez
Baranda, Santiago García-Clairac, Miguel Angel Calvo Gómez, Irvis Manul y Luis
González Echevarría.
Descripción
de las especies más singulares
Roberto Mangas nos ofrece, al comienzo de su
obra, una visión general de la geografía de la Vega del Henares y de su
circundante Campiña. Con una memoria geológica del terreno, con una “historia
natural” del río, y con un sencillo pero eficiente análisis de los espacios que
se crean entre el agua, los juncales y cañamares, los sotos y riberas, y las
extensiones de pan llevar o regadío, nos retrata la tierra en que vivimos con
nitidez y valor suficiente para que a continuación comprendamos por qué son
unos, y no otros, los animales que la pueblan.
De los peces
cabe decir que andan los pobres sobreviviendo como pueden: de una parte al
vertido de aguas residuales procedentes de núcleos urbanos y polígonos
industriales que han llegado a provocar durante años la casi completa
desaparición de cualquier vestigio de este tipo de vertebrados en tramos
completos de su cauce. Pero afortunadamente (en palabras del autor del libro) “esta
tendencia está invirtiéndose gracias a la construcción de nuevas estaciones
depuradoras. Por ello, quizá, los únicos peligros que se vislumbran en el
horizonte más cercano son, por un lado, el excesivo recalentamiento del agua
como consecuencia del incremento paulatino de las temperaturas de un verano a
otro, y, por otro, la constante introducción de forma intencionada e ilegal de
especies exóticas, piscicarnívoras, muy voraces”. Esta práctica, que se hace
para dar mayor emoción al deporte de la pesca, incide en el descenso de
ejemplares autóctonos.
De esos peces merece recordarse el barbo, la
boga de río, el calandino y el cacho. Tanto el pez gato como el pez sol se han
introducido para la pesca deportiva, pero al ser especies muy depredadoras de
las autóctonas, y muy agresivas, que pueden llegar a medir más de medio metro,
están incidiendo en esa disminución de las especies más tranquilas.
De los anfibios, están
catalogadas un total de doce especies, de un total de las 29 que hay en toda
España. Se encuentran todas éllas en las zonas húmedas del río Henares, en el
Refugio de Fauna y Zona Sensible de Protección Concertada “Acequilla del
Henares” (Azuqueca de Henares), y en el resto de arroyos y fuentes naturales o
artificiales de agua y abrevaderos de animales. Todas corren peligro, y sería
una pena perder a vecinos tan graciosos como la ranita de San Antonio, la de los
grandes ojos prominentes, que gracias a sus extremidades ventosas ascienden por
hierbas y hasta se suben a los árboles. Otras curiosas y que merece buscar son
la salamandra, los sapillos y sapos diversos, entre ellos el singular sapo
partero, cargadas de huevos sus espaldas.
Respecto a los reptiles, en la Vega del Henares están
catalogadas un total de 19 especies autóctonas –y una alóctona, la Tortuga de
Florida–. Nos dice Mangas que “salvo media docena de especies adaptadas para el
medio acuático, el resto son animales preferentemente esteparios, por lo que se
encuentran preferentemente en la Campiña”. En ellos radica el peligro de su
supervivencia, pues salvando la Zona de Especial Protección de Aves, la ZEPA “Estepas
cerealistas de la Campiña”, situada entre Villanueva de la Torre y Quer,
protegida por las leyes de la Unión Europea, el resto de campos de esta comarca
natural están sufriendo un grave deterioro medio ambiental: la masiva
construcción de urbanizaciones y polígonos industriales conlleva el desplazamiento
de cientos de animales de su hábitat natural hacia otros territorios y, en
muchos casos, hacia la desaparición total.
De los reptiles vemos en este precioso
libro/catálogo las fotos y dibujos de varios tipos de culebras: la de collar,
la de cogulla, la bastarda y la de escalera. Es muy curiosa la “culebrilla
ciega”, que parece un gran gusano porque vive bajo tierra excavando galerías y
tiene unos ojos muy muy pequeños. Son llamativos y rarísimos de ver los
“eslizones”, unos reptiles pequeños que están entre la culebra y la lagartija.
Además encontramos y las fichas nos explican la vida de los galápagos, las
diversas especies de lagartijas, el lagarto, la salamanquesa y, ¡no podía
faltar! la temible víbora hocicuda, tan venenosa...
Entre los mamíferos sabemos que “en nuestro entorno nos podemos encontrar
desde numerosas especies de quirópteros, atraídos por el buen número de cuevas
que jalonan los acantilados rocosos del río Henares, así como pozos y
construcciones humanas abandonadas o en estado de ruina, a Corzos, cada vez más
habituales en el monte bajo integrado en las estepas cerealistas de la Campiña.
Jabalíes o Garduñas, Tejones o Ginetas, buscan alimento junto a asustadizos
Conejos y Musarañas que huyen al menor ruido. Y si nos acercamos hasta las
aguas del Henares, curso arriba, en busca de los tramos más puros y
cristalinos, podemos llegar a encontrarnos con especies tan emblemáticas y
necesitadas de protección, como la Nutria o el Desmán de los Pirineos”.
Estas palabras de Roberto Mangas nos llevan a
repasar, hoja por hoja, este magnífico libro en el que nos encontramos,
finalmente, y antes de los correspondientes y útiles índices, las fichas
relativas a estos mamíferos, entre los que destacan el zorro que vemos correr
por montes y campos, las ardillas, los erizos, y los grandes que sufren el
acoso de los cazadores: jabalíes, conejos y liebres.
Pero hay otros curiosos, que no nos
resistimos a destacar. Así el musgaño enano, uno de los mamíferos más pequeños
del planeta, puesto que no pasa su cuerpo de los 5 cms. de longitud, y su peso
nunca alcanza los 3 gramos. O los murciélagos, tan feuchos pero tan útiles
comiendo mosquitos. Hay en el Henares muchas especies, como los ratoneros, los
rabudos, el de herradura, o el enano, tan pequeño como que tampoco supera los 5
cms. de cabeza a cola.
Entre los mamíferos está la bellísima nutria,
reseñada como propia de la fauna del Henares gracias al estudio realizado por
Miguel Delibes para la sociedad Española para la Conservación y Estudio de los
Mamíferos (SECEM). A esta “nutria paleártica” como se la denomina
científicamente se la ve cada vez más en los remansos del río, gracias a la
construcción de depuradoras en muchos de sus pueblos ribereños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario