García de Paz, José Luis; Herrera Casado, Antonio: "Castillos y fortalezas de la comunidad de Madrid". Aache Ediciones. Guadalajara, 2009. Colección "Tierra de Madrid" nº 4. 200 páginas. ISBN 978-84-96885-76-5.
La tarde de
primavera, -algo turbio el cielo, pero oloroso el aire-, deja ver en los
últimos momentos de sol un edificio que, allá a lo lejos, brilla como una
estrella derrotada, como un artilugio de penas y generosidad en decadencia.
Parece que todo él es un agujero, un bloque de piedra comido de los ratones o
de los astrales caballos. Quizás sufrió la paliza de los dioses, o el desprecio
de los hombres. Es un castillo, un lugar donde algún poderoso quiso poner la
señal indudable de su título, de su gloria, de su ansia de eternidad. Un
espacio construido con dolor, que vivió instantes de felicidad (la felicidad no
dura, nunca, más que un instante) y sirvió de refugio ante un ataque
inesperado. Es un lugar, en todo caso, que hoy memora siglos pasados, gentes
idas, y nos entrega una estampa, viva y tangible, de la Edad Media.
De estos castillos, numerosos y bellos, altivos y brillantes, que se reparten como una escarcha por todo nuestro pais (que, además, se llama Castilla) hay espléndidos ejemplares por la Tierra de Madrid. La que hoy se llama oficialmente Comunidad de Madrid, y que es un espacio geográfico, en el centro de la Península Ibérica, que centrada por la capital de España se extienden a lo largo de algunos valles estrechos que bajan desde la sierra central (el Guadarrama, el Manzanares, el Tajuña, el Jarama…) tiene en su haber una abultada nómina de castillos. Algunos de ellos son palacios exquisitos, como el de Manzanares el Real, donde está condensada la galanura del linaje de Mendoza. Otros son simples torreones vigías como el de Arrebatacapas junto a Torrelaguna. Otros son la esencia recordada de ciudades amuralladas, valientes burgos de medieval fuerza, como Alcalá de Henares, o Talamanca. Y otros son memoria solamente, de largos siglos poderosos, como el que fuera alcázar de Madrid, lugar donde vivió la corte más poderosa del mundo, en el siglo XVI, y que hoy desaparecido, por un incendio, se ha rehecho en un Palacio Real que solo sirve de museo.
De estos castillos, numerosos y bellos, altivos y brillantes, que se reparten como una escarcha por todo nuestro pais (que, además, se llama Castilla) hay espléndidos ejemplares por la Tierra de Madrid. La que hoy se llama oficialmente Comunidad de Madrid, y que es un espacio geográfico, en el centro de la Península Ibérica, que centrada por la capital de España se extienden a lo largo de algunos valles estrechos que bajan desde la sierra central (el Guadarrama, el Manzanares, el Tajuña, el Jarama…) tiene en su haber una abultada nómina de castillos. Algunos de ellos son palacios exquisitos, como el de Manzanares el Real, donde está condensada la galanura del linaje de Mendoza. Otros son simples torreones vigías como el de Arrebatacapas junto a Torrelaguna. Otros son la esencia recordada de ciudades amuralladas, valientes burgos de medieval fuerza, como Alcalá de Henares, o Talamanca. Y otros son memoria solamente, de largos siglos poderosos, como el que fuera alcázar de Madrid, lugar donde vivió la corte más poderosa del mundo, en el siglo XVI, y que hoy desaparecido, por un incendio, se ha rehecho en un Palacio Real que solo sirve de museo.
De esos Castillos de la Tierra
de Madrid han escrito un espléndido libro los profesores José Luis
García de Paz y Antonio Herrera Casado. Uno es maestro de Química Física, y el
otro de Otorrinolaringología, pero ambos han demostrado, a lo largo de los
últimos años, que saben mirar el mundo y las cosas que le pueblan, con la
mirada honda de los verdaderos humanistas. En esta ocasión, se han mancomunado para
viajar por los valles de Madrid, junto a sus mínimos ríos, bajando todos hacia
el Tajo, y han escalado los cerros en los que se alzan, -casi siempre en ruinas
venerables- los castillos que fraguaron su historia. De ellos han reunido
algunas noticias verdaderas, han buscado o realizado planos, y han sacado
fotografías para con todo ello hacer un relato cierto y sencillo que ofrecen al
lector adornado de imágenes. Planos, trazos, bibliografía e índices añaden a
este libro la utilidad de una guía que se hace imprescindible para con ella en
la mano viajar a lo ancho y a lo largo de la Tierra de Madrid. Más datos sobre este
libro. Más datos sobre los autores: García de Paz, Herrera Casado.
Se inicia la
obra con unas cuantas páginas que hablan de la historia común de las tierras de
Madrid, y clasifican las fortalezas del territorio según los valles que
vigilan. Así, están las del Alberche, luego las del Manazanares y Lozoya, los
río serranos, pasando luego a estudiar las atalayas y castillos que custodian
el Jarama, y aún luego el Henares (en Alcalá y Torrejón), más al este los del
Tajuña (con ese Casasola soberbio y el interesante fortín de Chinchón, etc.)
para acabar mirando con lupa las fortalezas que escoltaron el poderoso Tajo.
Son todos ellos míticos castillos, la mayoría en soberbia ruina, pero
destilando recuerdos, batallas, nombres de guerreros y, sobre todo,
entregándonos su estampa melancólica y cierta. Un libro clave para viajar por
Madrid y su tierra, entendiendo el idioma de sus castillos.
Hola. La expresión "Tierra de Madrid" no puede incluir a Alcalá de Henares. Alcalá no ha sido nunca parte del alfoz matritense. Desde la Reconquista, Alcalá ha tenido su propia Tierra (las 25 villas). Tan solo es de la provincia (que no Tierra) de Madrid desde principios del siglo XIX, por cuestiones administrativas. Por siglo perteneció a Toledo. Histórica y culturalmente estamos más cercanos incluso a Guadalajara que a la mega urbe capitalina. ¿Provincia o Comunidad de Madrid? Sí, es lo que hay. Pero Alcalá no es parte de la "Tierra de Madrid", con las connotaciones que posee esa expresión. Nunca ha sido una ciudad dependiente del alfoz matritense; ni antaño ni ahora. Saludos sinceros y gracias por la atención.
ResponderEliminarGracias por tu apreciación, amigo J, Lo que hemos querido decir al poner tçitulo a esta colección de libros, es que la provincia/comunidad de Madrid, entidad administrativa/política, es superada en ese concepto por una visión más tradicional, más humana: por eso la hemos denominado "Tierra de..." como lo hicimos antes con las colecciones "Tierra de Guadalajara" que alude a toda la provincia de Guadalajara, incluyendo todos sus antiguos alfoces, sesmos, señoríos, etc, y "Tierra de Castilla-La Mancha": son expresiones un tanto literarias que no quieren definir, sino simplemente orientar. Gracias por tu atención.
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