Herranz Hernández, Pedro: “Molina de Aragón y su tierra, ¡sostenibles!”. Aache Ediciones. Guadalajara, 2005. Colección “Letras Mayúsculas” nº 15. 120 páginas. Hacia una Molina sostenible
Cuando en 2005 se celebró en Molina de Aragón el Congreso de
Ciudades y Pueblos sostenibles, apareció este libro que, también polémico,
escribió el entonces alcalde de Molina, Pedro Herranz Hernández. Una obra breve
pero enjundiosa, en la que se mezclan experiencias vividas a través de su
profesión de profesor de inmigrantes, con la pasión de su vida, que ha sido su
propia tierra, el Señorío de Molina.
Es curioso constatar cómo –al menos yo he conocido varios-
han surgido de Tierra Molina personas con gran empuje, formación intelectual,
capacidad de mando y decisión, creadores de opinión, grandes oradores, sabios
verdaderos, que han escrito y trabajado por sacar adelante el Señorío. Y este
siempre ha ido a menos, a quedarse cada vez más vacío y alejado. Pedro Pérez
Fuertes, el que fue su Cronista hace 20 años, fue uno de ellos. Claro Abánades,
otro. José Sanz y Díaz. Y muchos otros. Ahora es Pedro Herranz, con unas ideas
aún más claras, con posibilidades de actuación, con respetabilidad innegable.
¿Será posible que también sea vencido y sus ideas dispersadas por el viento?
Eso nos haría creer en una fuerza suprahumana, un telúrico viento o un dragón
mezcla de carne verde y artromecánicas que se opone a ello. Y que solo un David
sabio y prudente sea capaz de vencerlo, arrojándole la piedra justo en el ojo
en que le duele.
En este libro, Herranz analiza fríamente,-aunque se le ve la
pasión, brilla sin poder evitarlo- la situación y las posibles soluciones. El
futuro de una tierra está en sus gentes. No hay otra fórmula milagrosa: donde
hay población, hay vida, hay iniciativas, se venden y se compran cosas, uno de
cada cien es un habitante con ideas y capaz de mover a los demás... pero si no
hay gente, si está vacía, allí no se moverá nada.
La idea de Herranz es apostar claramente, descaradamente
diría yo, por los pueblos con escuela. Ayudarles a mantenerla, y poner
condiciones a los demás para que lleguen ayudas, frontones y jardincillos: que
tengan escuela. Parece una nimiedad, pero ahí está la clave. El surgimiento de
población, apenas perceptible, que está comenzando a haber en Molina (y la
inmigración es quien tiene la clave del fenómeno) ha desfasado las cifras que
conozco, y que eran estas, hace unos diez años: 10.000 habitantes en todo el
Señorío, poco más de 3.000 en la capital, y menos de 100 niños menores de 3
años en todo el territorio. La suerte estaba echada. Aquello se quedaría vacío,
antes o después.
Son muchos los factores con los que se juega, y ninguno
fácil: el clima frío, las distancias a los grandes centros productivos, un
desgraciado suceso (el incendio de 13.000 hectáreas de pinar en el Ducado, este
verano de 2005), y la apatía de la mayoría de la población, acostumbrada a
pedir ayudas, subvenciones, planes venidos de Europa, han dejado a Molina como
paralizada, tocando fondo.
En este Congreso, al que acudieron destacados especialistas
en el tema del “Desarrollo sostenible” y la apuesta del alcalde y presidente de
la “Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra”, se trató de todo aquello
que suponga una vía de crecimiento, de expectativa real, y de estructura y
pedir los recursos para ponerla en marcha.
En el libro de Herranz hay varios títulos que ya dan el tono
de la publicación. En uno se lee: “Es más fácil llorar que arrimar el hombro”.
En otro: “Los nuestros no vendrán nunca ¡somos nosotros!”. Y aún más. “Qué
puedo hacer yo por mi tierra”. Todo ello, adobado con anécdotas de inmigrantes,
con una historia de amor, con bandos de la alcaldía, con la relación de cosas
hechas en los dos últimos años, con el listado de pueblos del Señorío, y un
largo etcétera de temas, breves y claramente expuestos, que nos dan una idea
clara: detrás de la portada hay un mundo, y un timonel que lo gobierna.
Pedro Herranz Martínez, alcalde de Molina, y con algunos
títulos más en su haber, vió publicado este libro por la editorial AACHE, en el
que habla de su tierra, en la que ha nacido, y a la que en estos momentos
dirigía. Su título es Molina de Aragón y su Tierra ¡sostenibles!, tiene 120
páginas, algunos grabados, un plano del señorío, unas estadísticas, y un
enjundioso texto que se lee de corrido, con pasión y gusto. Hace el número 15
de la Colección “Letras Mayúsculas” de Aache, en la que se incluyen textos
variados y siempre polémicos. Un libro de obligada lectura, para los molineses,
y para todos a quienes preocupe el futuro de esa tierra, que está más unida de
lo que algunos creen a la nuestra: la provincia es hoy, casi dos siglos después
de su creación, un todo único.
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